Testimonios Revista Cosas

Anita Fresno y Bernardo Leighton. Una pareja que volvió de la muerte
Publicado por: cada7wm 5 – diciembre – 2010

Revista COSAS 14 noviembre 1985

Los desgarradores recuerdos de esa tarde, en Roma, cuando las balas la dejaron a ella sin movimiento y a él sin conocimiento… y las primeras opiniones políticas del ex Vicepresidente de la República. Sus sueños para Chile..

El retorno de Bernardo Leighton, ex Vicepresidente de la República, y su esposa a expresarse públicamente partió con esta entrevista de la revista Cosas aparecido el 14 de noviembre de 1985. Él con la carga de haber sido el ministro más joven, el ‘amigo’ de los presidentes, el “hermano”, como lo apodaban por su espíritu fraternal:

“Están de nuevo aquí, en la misma casa de antaño. Después de diez años, este reencuentro con los muros, los rosales, la reja del jardín, los tantos libros, las tantas fotos… Es como si no hubieran ido nunca, como si no les hubiera pasado nada.

Pero lo cierto, es que les pasó casi todo. Conocieron la pena profunda de vivir despatriados. Ella tiene que caminar con bastones. Y a él los recuerdos se le ponen esquivos.

Sin embargo, pese a todo. Anita Fresno conserva la sonrisa dulce y una paz radiante, esa paz profunda de los que conocen bien la gratitud y el perdón. Y él, una gran sabiduría. Ella acaba de ..publicar sus memorias (‘Hechos que agradecer hechos que perdonar’) que no son más que las memorias de los dos, que han compartido cuarenta y cinco años, que se conocen también y se quieren tanto.

Bernardo Leighton llega trayendo la historia a sus espaldas. El ministro más joven que ha habido en Chile (juró en Educación, ante el Presidente Arturo Alessandri, cuando apenas tenía veintisiete años, hace medio siglo, días más, días menos); fue Vicepresidente de la República, en el gobierno democratacristiano (pero no hay ninguna foto de él con banda, porque no quiso sacársela: sólo conserva las bandas que le regalaron en Los Angeles y Nacimiento, los escenarios de su infancia).

Fue diputado (elegido con la más alta mayoría por Santiago, la última vez, en 1973) y, estando en la oposición o en el gobierno, entraba igual por una puertas que había en la Moneda -Morandé 80- y que fue clausurada después de 1973. Muchos añoran esas puertas, como un símbolo de diálogo.

Leighton, entre ellos ‘el hermano Bernardo’, como le puso Ricardo Boizard -según refiere- título honorífico, para siempre.

‘Me tocó ser amigo de los Presidentes’ dice.
‘Al final, todos somos hermanos’, y sonríe.

El ‘hermano Bernardo’ camina despacito, como incorpóreo: parece que la ropa le fuera ajena -los pantalones con remiendo, la camisa grande- y esa expresión de niño y de anciano que se le funde en el rostro. Escuchando a esta pareja de resucitados, mirándolos cómo se quieren y pensando en las balas y el charco de sangre en Roma, se siente la emoción de estar contemplando un milagro de verdad. La misma Democracia.

 

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